Un refugio pensado para los perros que entraron en la vejez

Cuando un perro llega a viejo y no tiene un hogar establecido siempre es complicado, por diversos motivos. Primero, porque no tiene una casa fija donde vivir, por lo que tiene que andar vagando de un lado a otro, especialmente cuando el clima no acompaña y las lluvias castigan a los desamparados.

Por otro lado, hay falta de comida, haciendo que a veces pasen varios días sin comer. Sumado a los peligros que significa vivir en la calle, especialmente el riesgo que representa que puedan ser atropellados por un coche o un tren.

Pero lo peor de todo esto es que un perro callejero, y de edad avanzada, no tiene amor. Al no tener una familia que lo cuide, acaricie y proteja, los perros grandes sufren ese abandono y soledad.

Viendo este panorama, Russell Clothier supo que tenía que hacer algo. Y así fue cómo surgió la idea de crear el refugio para perros ancianos llamado Sheps Place, ubicado en el estado de Missouri, Estados Unidos.

Esta idea de ayudar nació cuando Clothier rescató a un perra de raza Beagle Basset Hound de 10 años, lo que le trajo la idea de que así como esta perra, había muchos otros perros que se merecían tener unos últimos años de vida rodeados de gente que los quisiera.

Clothier advirtió que era difícil que un perro anciano fuera adoptado por una familia. Generalmente, las personas buscan perros de pocos años o cachorros. Pero los que ya tienen 10 o más años, suelen terminar sus días en los refugios. Algo que suena bastante desgarrador.

Para aportar su grano de arena y tratar de ayudar a todos estos perritos ancianos, Clothier abrió Shep Place, un refugio que cuenta con un amplio patio donde los perros pueden jugar y correr, varias duchas donde son bañados y perreras cómodas y limpias donde pueden descansar estos perros.

Esta actividad se complementa con otros refugios, ya que Clothier suele tomar perros ancianos de otros refugios. De esta forma, queda un lugar vacante en otros refugios para que otros perros callejeros puedan llegar.

Con esta iniciativa, ahora los perros ancianos de Missouri pueden vivir con los cuidados médicos que necesitan, estar limpios y dormir cómodamente, alejados de la intemperie y la falta de alimento.