Perrito sufría de ansiedad y miedo, así que su humano le construyó su propio cuarto de lujo y le cambió la vida

La personalidad de los animales suele variar de acuerdo al tipo de crianza que han recibido, pudiendo muchas veces ser estos agresivos o esquivos, así como tímidos o muy felices en los mejores casos. Hoy, te hablaremos sobre la historia de Buster, un perrito bastante tímido que fue rescatado de un refugio y duerme bajo las escaleras de su nuevo hogar, porque allí se siente seguro.

Como recién se mencionó, Buster era un perrito bastante tímido y esquivo, que fue rescatado de un refugio de animales en donde no se encontraba muy bien. Su dueño, quien lo rescató preventivamente mientras le conseguía un nuevo hogar, confesó que al convivir con este tierno animalito, se encariñó perdidamente de él, convirtiéndolo en su nuevo compañero de hogar.

A pesar de que en un principio este perrito sentía desconfianza en su nuevo hogar, pudo verse como a través del tiempo iba sintiéndose cada vez más cómodo. Fue por este motivo, que su dueño decidió construirle su pequeño dormitorio debajo de las escaleras, pues en ese lugar Buster sintió que encontró su pequeña ‘guarida’ en donde se sentía más seguro.

A este perrito que tiene su dormitorio bajo las escaleras, se le ve descansando ahora mucho más feliz

Buster ama tanto su pequeño dormitorio, que su dueño evita molestarlo cuando él se encuentra allí descansando. Respetándole así su ‘propio espacio’ en donde él pueda estar cómodo y en paz. Incluso, menciona que recientemente le colocó un osito de peluche allí dentro, pero a Buster no le agradó mucho la idea, por lo que terminó sacando él mismo el peluche.

Actualmente, puede verse que Buster la está pasando muy bien, pues su personalidad esquiva ha ido quedando a un lado poco a poco, y ahora se le puede ver bastante cómodo en su nuevo dormitorio con su nuevo dueño y compañero de hogar.

Y no es para menos la felicidad de este perrito, pues su dueño se esmeró bastante construyéndole su dormitorio, haciéndolo incluso a prueba de sonido de los fuegos artificiales, para asegurarle mayor tranquilidad. Incluso, el dormitorio de Buster cuenta con una pequeña televisión para brindarle entretenimiento.

En la actualidad, Buster tiene 12 años, y es tan feliz que, tras prepararse en terapia de entrenamiento, ahora acude con su dueño a los hospitales a visitar a los niños enfermos, así como a las casas de cuidados de ancianos y clínicas de rehabilitación, cautivando a todos con su alegría y personalidad tan alegre y juguetona.

Sin lugar a dudas, esta es una hermosa y conmovedora historia que nos demuestra el poder del amor. Gracias a esto, ahora Buster es un perrito feliz que ha llegado no solo a alegrar la vida y el hogar de su dueño, sino el de muchas más personas.